Y ya están todos alborotados, preparando las valijas. Algunos el traje para el juramento.
La Casa de Gobierno está distinta. Varios funcionarios se van. ¿Pero los lugares vacíos quién los ocupará? La Cámpora está desesperada por ocuparlos. y ahí comienzan los problemas para Osvaldo Jaldo y Juan Manzur.
Manzur hizo una jugada propia de un canciller, en la que no fue él el protagonista. Puso o pondrá muchas piezas en el tablero del Gobierno nacional. Muchos funcionarios que hoy vemos en las calles tucumanas van a pasearse por la calle Florida de Buenos Aires.
Es una jugada pensando en el futuro. No está pensando en ahora, sino en 2021 o en 2023. Manzur se ilusiona con ese futuro.
Esta semana vimos la foto del intendente Germán Alfaro junto a la senadora Silvia Elías de Pérez. ¿Qué hacían? Trabajaban para 2021 o para 2023. Está claro que para que haya un 2023 tiene que haber un 2021 y Silvia Elías debe renovar su banca y la esposa de Alfaro, Beatríz Ávila, debe renovar su banca de diputada.
José Cano también aglutina gente para reacomodar cuanto antes a la oposición. También se anotaron el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero y el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán, Sebastián Murga, que está tentado y parece que le está gustando más la política que las vacas.
Pero 2021 y 2023 están lejos. El presente dice que las arcas de la provincia están muy complicadas. Que vamos a necesitar un préstamo. Eso no lo dijeron en la campaña: ahí se promocionaba el buen manejo de las finanzas. Hace pocos días se terminó la campaña y ya está claro que las cuentas están complicadas, como lo señaló a su tiempo el Tribunal de Cuentas.
Tres años de Panorama Tucumano
Hoy es el programa 100 de Panorama Tucumano. No fue fácil para nosotros asumir el desafío de hacer televisión, acostumbrados a las máquinas de escribir. Por eso nos comprometimos a hacer periodismo: mostrar lo que no se quería ver, desanudar nudos que no se desanudaban, darle voz a los que no lograban hacerse escuchar.
Si lo logramos, lo saben ustedes. Sí podemos decir que lo hicimos sin militancia, con presiones, y buscamos la mayor de las objetividades para contarles la verdad como siempre lo hizo LA GACETA.
En ese camino encontramos funcionarios corruptos, funcionarios comprometidos con la droga, una sociedad asustada por la inseguridad. Políticos divorciados de la sociedad que los vota. No es nada nuevo. Pero hay gente que prefirió no verlo, esconderlo, por ignorancia, por desconocimiento o por complicidad. Nosotros intentamos mostrarlo.